una flor blanca de la margarita
☀️
LuzPleno sol
💧
RiegoModerado, dejar secar capa superior del sustrato
🌿
HumedadBaja a media, necesita buena circulación de aire
🌡️
TemperaturaMuy resistente al frío y al calor
🐶
ToxicidadSí, ligeramente tóxica para perros y gatos
DificultadFácil

La Margarita es la sonrisa del jardín. Con su rostro simple y alegre —un disco central dorado rodeado por una corona de pétalos blancos—, esta flor es un símbolo universal de inocencia, pureza y nuevos comienzos. Es la flor del "me quiere, no me quiere", un oráculo de la infancia que ha encontrado un lugar permanente en nuestros corazones y jardines. Su increíble resistencia, su capacidad para florecer profusamente durante meses y su encanto rústico la convierten en una de las plantas perennes más fiables y queridas. Sin embargo, para mantenerla vigorosa y evitar que se agote, es necesario conocer sus secretos. En esta guía definitiva y enciclopédica, te enseñaremos todo sobre el cultivo y cuidado de las margaritas, asegurando que tu jardín brille con su luz cada temporada.

¿Qué es una Margarita? Aclarando el Universo de las "Caras de Sol"

planta de margarita repleta de flores blancas

Aunque llamamos "margarita" a muchas flores con esta forma clásica, en jardinería nos referimos principalmente a tres grupos:

  • Margarita Shasta (Leucanthemum x superbum): Esta es la reina de las margaritas perennes. Creada por el famoso horticultor Luther Burbank, es una planta robusta que forma matas densas y produce grandes flores blancas en tallos altos. Es la protagonista de esta guía.
  • Margarita de los Prados (Bellis perennis): También conocida como chiribita, es la pequeña margarita que a menudo salpica el césped. Es una planta perenne de bajo crecimiento, ideal para crear tapices florales.
  • Margarita Africana o de Canarias (Argyranthemum frutescens): Es un arbusto leñoso, a menudo tratado como anual en climas fríos. Produce una profusión de flores en blanco, rosa o amarillo durante todo el verano.

Aunque nos centraremos en la Margarita Shasta, los principios de cuidado son muy similares para todas.

Luz y Sustrato: Los Fundamentos de la Felicidad

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Las margaritas son flores de praderas abiertas y necesitan sol para prosperar. El requisito indispensable es el pleno sol. Un mínimo de 6 horas de luz solar directa al día es esencial para un crecimiento fuerte, tallos robustos que no se doblen y una floración masiva. En climas muy calurosos, pueden agradecer un poco de sombra por la tarde, pero la falta de sol resultará en plantas débiles y con pocas flores. En cuanto al sustrato, no son excesivamente exigentes, pero tienen una condición innegociable: un excelente drenaje. Odian los suelos encharcados, que conducen a la pudrición de las raíces. Un suelo de jardín promedio, enriquecido con una buena cantidad de compost para mejorar la fertilidad y la estructura, es perfecto.

Riego: La Clave de la Consistencia

Riega tus margaritas de forma regular y profunda, especialmente durante su primer año para ayudarles a establecer un sistema de raíces fuerte. Una vez maduras, son bastante tolerantes a la sequía. La mejor técnica es regar a fondo y luego dejar que la capa superior del suelo se seque antes de volver a regar. Riega siempre la base de la planta para mantener el follaje seco y prevenir enfermedades fúngicas.

La Poda y el Mantenimiento: El Secreto de una Floración Eterna

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Este es el conjunto de tareas que marca la diferencia entre una margarita que florece un mes y una que lo hace durante toda la temporada.

El truco más poderoso para maximizar la producción de flores es el "deadheading" constante. En cuanto una flor de margarita comience a marchitarse, no te limites a quitar la cabeza; sigue su tallo hacia abajo hasta el primer conjunto de hojas sanas y córtalo justo por encima. Esta acción simple pero vital redirige la energía de la planta, que de otro modo se gastaría en producir semillas, hacia la creación de nuevos y abundantes capullos florales. ¡Es como un interruptor que mantiene la fábrica de flores en funcionamiento!

A principios de la primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento, corta todos los tallos viejos y el follaje muerto del año anterior a ras de suelo. Esto limpia la planta y deja espacio para los nuevos brotes.

La División de la Mata: El Elixir de la Juventud

planta repleta de flores de la margarita

Las margaritas Shasta, como muchas plantas perennes, tienden a volverse leñosas y menos vigorosas en el centro de la mata después de 3 o 4 años. La floración disminuye y la planta se ve "cansada". La solución es una tarea de jardinería mágica: la división.

  1. El Momento Correcto: Divide tus margaritas a principios de la primavera, justo cuando empiezan a brotar las nuevas hojas, o a principios del otoño.
  2. El Proceso: Con una pala afilada, desentierra toda la mata de la planta.
  3. La Separación: Coloca la mata en el suelo y, con la pala o un cuchillo de jardín, divídela en varias secciones. Cada sección debe tener una buena porción de raíces y varios brotes.
  4. El Descarte y la Replantación: Desecha el centro viejo y leñoso de la planta y replanta las divisiones más jóvenes y vigorosas en un suelo enmendado con compost. ¡Acabas de rejuvenecer tu planta y has conseguido nuevas plantas gratis!

El error más común es ignorar la necesidad de dividir la planta. Una margarita superpoblada y sin dividir se vuelve densa en el centro, lo que impide una buena circulación de aire. Esto crea un microclima húmedo y sombrío en la base, el caldo de cultivo perfecto para enfermedades fúngicas como el oídio o la botritis, que pueden debilitar y matar la planta desde dentro. La división no es solo para propagar, es una medida sanitaria esencial.

Plagas, Enfermedades y Toxicidad

El principal enemigo de las margaritas son los pulgones, que se sienten atraídos por los nuevos brotes. Un chorro de agua o jabón potásico son soluciones efectivas. Las babosas y los caracoles también pueden dañar el follaje joven. En cuanto a la toxicidad, las Margaritas Shasta (y otras del género *Leucanthemum* o *Chrysanthemum*) son consideradas ligeramente tóxicas para perros y gatos. La ingestión puede causar vómitos, diarrea y dermatitis. Se consideran de dificultad muy fácil, lo que las convierte en una de las mejores plantas perennes para que los principiantes ganen confianza y disfruten de un éxito garantizado.

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