La Margarita es la sonrisa del jardín. Con su rostro simple y alegre —un disco central dorado rodeado por una corona de pétalos blancos—, esta flor es un símbolo universal de inocencia, pureza y nuevos comienzos. Es la flor del "me quiere, no me quiere", un oráculo de la infancia que ha encontrado un lugar permanente en nuestros corazones y jardines. Su increíble resistencia, su capacidad para florecer profusamente durante meses y su encanto rústico la convierten en una de las plantas perennes más fiables y queridas. Sin embargo, para mantenerla vigorosa y evitar que se agote, es necesario conocer sus secretos. En esta guía definitiva y enciclopédica, te enseñaremos todo sobre el cultivo y cuidado de las margaritas, asegurando que tu jardín brille con su luz cada temporada.
¿Qué es una Margarita? Aclarando el Universo de las "Caras de Sol"

Aunque llamamos "margarita" a muchas flores con esta forma clásica, en jardinería nos referimos principalmente a tres grupos:
- Margarita Shasta (Leucanthemum x superbum): Esta es la reina de las margaritas perennes. Creada por el famoso horticultor Luther Burbank, es una planta robusta que forma matas densas y produce grandes flores blancas en tallos altos. Es la protagonista de esta guía.
- Margarita de los Prados (Bellis perennis): También conocida como chiribita, es la pequeña margarita que a menudo salpica el césped. Es una planta perenne de bajo crecimiento, ideal para crear tapices florales.
- Margarita Africana o de Canarias (Argyranthemum frutescens): Es un arbusto leñoso, a menudo tratado como anual en climas fríos. Produce una profusión de flores en blanco, rosa o amarillo durante todo el verano.
Aunque nos centraremos en la Margarita Shasta, los principios de cuidado son muy similares para todas.
Luz y Sustrato: Los Fundamentos de la Felicidad
Las margaritas son flores de praderas abiertas y necesitan sol para prosperar. El requisito indispensable es el pleno sol. Un mínimo de 6 horas de luz solar directa al día es esencial para un crecimiento fuerte, tallos robustos que no se doblen y una floración masiva. En climas muy calurosos, pueden agradecer un poco de sombra por la tarde, pero la falta de sol resultará en plantas débiles y con pocas flores. En cuanto al sustrato, no son excesivamente exigentes, pero tienen una condición innegociable: un excelente drenaje. Odian los suelos encharcados, que conducen a la pudrición de las raíces. Un suelo de jardín promedio, enriquecido con una buena cantidad de compost para mejorar la fertilidad y la estructura, es perfecto.
Riego: La Clave de la Consistencia
Riega tus margaritas de forma regular y profunda, especialmente durante su primer año para ayudarles a establecer un sistema de raíces fuerte. Una vez maduras, son bastante tolerantes a la sequía. La mejor técnica es regar a fondo y luego dejar que la capa superior del suelo se seque antes de volver a regar. Riega siempre la base de la planta para mantener el follaje seco y prevenir enfermedades fúngicas.
La Poda y el Mantenimiento: El Secreto de una Floración Eterna
Este es el conjunto de tareas que marca la diferencia entre una margarita que florece un mes y una que lo hace durante toda la temporada.
A principios de la primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento, corta todos los tallos viejos y el follaje muerto del año anterior a ras de suelo. Esto limpia la planta y deja espacio para los nuevos brotes.
La División de la Mata: El Elixir de la Juventud

Las margaritas Shasta, como muchas plantas perennes, tienden a volverse leñosas y menos vigorosas en el centro de la mata después de 3 o 4 años. La floración disminuye y la planta se ve "cansada". La solución es una tarea de jardinería mágica: la división.
- El Momento Correcto: Divide tus margaritas a principios de la primavera, justo cuando empiezan a brotar las nuevas hojas, o a principios del otoño.
- El Proceso: Con una pala afilada, desentierra toda la mata de la planta.
- La Separación: Coloca la mata en el suelo y, con la pala o un cuchillo de jardín, divídela en varias secciones. Cada sección debe tener una buena porción de raíces y varios brotes.
- El Descarte y la Replantación: Desecha el centro viejo y leñoso de la planta y replanta las divisiones más jóvenes y vigorosas en un suelo enmendado con compost. ¡Acabas de rejuvenecer tu planta y has conseguido nuevas plantas gratis!
Plagas, Enfermedades y Toxicidad
El principal enemigo de las margaritas son los pulgones, que se sienten atraídos por los nuevos brotes. Un chorro de agua o jabón potásico son soluciones efectivas. Las babosas y los caracoles también pueden dañar el follaje joven. En cuanto a la toxicidad, las Margaritas Shasta (y otras del género *Leucanthemum* o *Chrysanthemum*) son consideradas ligeramente tóxicas para perros y gatos. La ingestión puede causar vómitos, diarrea y dermatitis. Se consideran de dificultad muy fácil, lo que las convierte en una de las mejores plantas perennes para que los principiantes ganen confianza y disfruten de un éxito garantizado.