Una de las mayores alegrías de cultivar romero es lo increíblemente generoso que es. Multiplicar tu planta de romero es un proceso sorprendentemente sencillo y con una altísima tasa de éxito. La respuesta directa a cómo propagar romero es a través de esquejes semi-leñosos. Esta técnica de clonación no solo es la más rápida, sino que garantiza una nueva planta con las mismas características exactas que tu planta madre. En esta guía detallada, te guiaremos paso a paso para que puedas crear nuevas plantas de romero prácticamente gratis.
Esta es una de las técnicas más gratificantes que complementan los cuidados generales que exploramos en nuestra guía completa sobre el cuidado de la planta de Romero.
¿Por Qué Esquejes y No Semillas?
Aunque el romero se puede cultivar desde semilla, el proceso es lento y la tasa de germinación puede ser baja. Los esquejes, en cambio, ofrecen:
- Rapidez: Tendrás una planta viable y de buen tamaño en una sola temporada.
- Fiabilidad: Es una copia genética exacta. Si te encanta el aroma o el porte de tu planta actual, el esqueje será idéntico.
- Facilidad: El romero enraíza con una facilidad asombrosa.
El Momento Perfecto: ¿Cuándo Tomar los Esquejes?

Puedes tomar esquejes en dos momentos clave del año, pero uno es ligeramente superior:
- Finales de Primavera a Principios de Verano: Este es el momento ideal. La planta está en pleno crecimiento activo. Los esquejes tomados ahora son de "madera blanda" o "semi-leñosa" y enraízan con gran vigor y rapidez.
- Principios de Otoño: También es un buen momento. Los esquejes serán más leñosos ("madera dura") y pueden tardar un poco más en enraizar, pero se beneficiarán de las temperaturas más frescas.
La Técnica de Propagación: Paso a Paso
Paso 1: Seleccionar y Cortar el Esqueje Perfecto
La calidad de tu futuro romero depende de este primer corte.
- Con unas tijeras de podar limpias y afiladas, selecciona un tallo sano.
- Corta una sección de la punta de unos 10-15 cm de longitud.
- Realiza el corte justo por debajo de un nudo (el punto de donde salen las hojas).
Paso 2: Preparar el Esqueje

- Con cuidado, retira las hojas de la mitad inferior del esqueje. Tira de ellas en dirección contraria a su crecimiento; saldrán fácilmente. Debes dejar un tallo limpio en la parte inferior y un penacho de hojas en la superior.
- Opcional (pero recomendado): Para aumentar aún más las probabilidades de éxito, puedes raspar muy ligeramente la corteza de un lado de la base del tallo.
Paso 3: El Enraizamiento
Puedes enraizar el esqueje en agua o directamente en sustrato. El enraizamiento en sustrato suele producir plantas más fuertes.
- Prepara una maceta pequeña con la mezcla de sustrato y humedécela.
- Opcional: Sumerge la base del esqueje en polvo de hormona de enraizamiento.
- Con un lápiz, haz un agujero en el sustrato e inserta la mitad inferior del esqueje.
- Presiona suavemente el sustrato alrededor del tallo.
- Coloca la maceta en un lugar cálido, con luz indirecta brillante. Nunca al sol directo.
Paso 4: La Paciencia y el Trasplante
Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero no empapado. En un plazo de 4 a 8 semanas, el esqueje comenzará a formar raíces. Sabrás que ha tenido éxito porque empezarás a ver nuevo crecimiento en la punta del esqueje. Cuando la nueva planta esté creciendo vigorosamente y las raíces hayan llenado la maceta pequeña, podrás trasplantarla a un contenedor más grande o a su lugar definitivo en el jardín.