cortando las flores mustias de amarilis

Es una de las frustraciones más grandes para un amante de las plantas: has cuidado tu Amarilis con esmero después de su primera floración espectacular, pero al año siguiente, todo lo que obtienes es un manojo de hojas largas y verdes, sin rastro de una vara floral. ¿Qué ha salido mal? La buena noticia es que una amarilis que produce hojas sanas es una planta viva y con potencial. El fracaso en la floración casi siempre se debe a uno o varios errores en el manejo de su ciclo anual. En esta guía de diagnóstico, repasaremos las 7 causas más comunes por las que una amarilis no florece y te daremos las soluciones para que puedas volver a disfrutar de sus magníficas flores.

Para entender el ciclo ideal, es fundamental conocer sus bases, que detallamos en nuestra guía completa sobre el cuidado de la Amarilis.

Causa #1: El Cuidado Post-Floración fue Ignorado (La Razón Más Común)

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El Problema: Una vez que las flores se marchitaron, la planta fue relegada a un rincón oscuro o se le cortaron las hojas prematuramente. 
Por Qué Ocurre: El período inmediatamente posterior a la floración es cuando la planta "recarga" su bulbo para el año siguiente. Las hojas actúan como paneles solares, absorbiendo la luz y convirtiéndola en energía que se almacena en el bulbo. Si se cortan las hojas verdes o si la planta no recibe suficiente luz durante la primavera y el verano, el bulbo no acumula la energía necesaria para formar una nueva vara floral. 
La Solución: Trata a tu amarilis como una valiosa planta de hoja después de la floración. Córtale el tallo floral marchito, pero cuida sus hojas como un tesoro. Dale la máxima luz posible, riégala y fertilízala regularmente durante toda la primavera y el verano.

Causa #2: Falta de un Período de Dormancia Adecuado

amarilis en maceta que aun no tiene flores

El Problema: La planta se mantuvo en las mismas condiciones cálidas y de riego durante todo el año. 
Por Qué Ocurre: La mayoría de los bulbos de Hippeastrum necesitan un período de descanso en frío y seco para iniciar el desarrollo de la yema floral. Este período de dormancia simula la "estación seca" de su hábitat natural y es una señal biológica crucial. Sin este descanso, la planta puede seguir produciendo hojas, pero nunca recibirá la señal para florecer. 
La Solución: A principios de otoño, fuerza la dormancia. Reduce el riego gradualmente y mueve la planta a un lugar fresco, oscuro y seco (entre 10-13°C) durante un mínimo de 8 a 10 semanas. No riegues en absoluto durante este tiempo.

Causa #3: Insuficiente Luz Durante la Fase de Crecimiento

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El Problema: Después de florecer, la planta se mantuvo en un lugar con poca luz. 
Por Qué Ocurre: Relacionado con la Causa #1, pero es un punto sutil. Incluso si no cortaste las hojas, si estas no recibieron al menos 4-6 horas de luz brillante (idealmente algo de sol directo), la fotosíntesis fue débil. El bulbo sobrevivió, pero no pudo almacenar un "excedente" de energía suficiente para una floración, que es un proceso muy demandante. 
La Solución: Desde que la flor se marchita hasta que empieza la dormancia, la luz es la prioridad. Una ventana orientada al sur o incluso un lugar en el exterior durante el verano son ideales.

Causa #4: Riego Incorrecto (Exceso o Defecto Grave)

El Problema: El bulbo se regó en exceso, provocando la pudrición de las raíces, o se dejó secar por completo durante su fase de crecimiento. 
Por Qué Ocurre: Un bulbo con un sistema de raíces dañado o inexistente no puede absorber los nutrientes y el agua necesarios para alimentarse. Si las raíces se han podrido, la planta puede sobrevivir a duras penas con las reservas del bulbo, pero no tendrá la fuerza para florecer. 
La Solución: Utiliza siempre un sustrato con un drenaje excelente. Riega solo cuando la capa superior de la tierra esté seca y nunca dejes la maceta en un plato con agua estancada.

Causa #5: Falta de Nutrientes

El Problema: La planta no fue fertilizada después de la floración. 
Por Qué Ocurre: La floración consume una cantidad masiva de energía de las reservas del bulbo. Esas reservas deben ser repuestas. Si la planta solo recibe agua, puede que no sea suficiente para reconstruir un bulbo lo suficientemente fuerte. 
La Solución: Fertiliza tu amarilis cada 2-3 semanas con un fertilizante líquido equilibrado durante toda su fase de crecimiento activo (primavera y verano).

Causa #6: El Bulbo es Demasiado Pequeño o Inmaduro

El Problema: Has separado un bulbo hijo (hijuelo) del bulbo madre y no ha florecido. 
Por Qué Ocurre: Los bulbos de amarilis necesitan alcanzar un cierto tamaño y madurez antes de tener la capacidad de florecer. Un bulbo pequeño dedicará sus primeros años de vida a crecer y desarrollar un buen sistema de raíces y hojas. 
La Solución: ¡Paciencia! Sigue cuidando el bulbo pequeño con el ciclo correcto de crecimiento y dormancia. Puede tardar 2 o 3 temporadas en alcanzar el tamaño necesario para producir su primera flor.

Causa #7: Plagas o Enfermedades

El Problema: El bulbo ha sido atacado por plagas como el ácaro del bulbo o enfermedades fúngicas. 
Por Qué Ocurre: Plagas o enfermedades pueden dañar el tejido del bulbo, debilitándolo hasta el punto de que no puede sostener una floración. 
La Solución: Inspecciona tu bulbo cada vez que lo trasplantes. Busca manchas blandas, moho rojizo (mancha roja) o signos de ácaros. Trata los problemas con fungicidas o acaricidas apropiados y asegúrate de proporcionar una buena circulación de aire.

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